Agotados (Samantha)[+18]

Bueno, estaba claro lo que ambos queríamos, y lo demostraba lo que había pasado en el coche, cada vez que paraba en algún semáforo no podía mas que volver a atrapar sus labios con los míos, no podía evitarlo.

Cuando salimos de aquel coche no se ni como pudimos llegar a la habitación ya que yo no podía dejar de besarle, de pasear mis manos desde su cuello hasta su torso aun con ropa, esa ropa que me parecía estar evitando lo que deseaba, abrí la puerta y le hice entrar a él primero, ya que seguía agarrándole para después cerrar la puerta con el pie, volviendo rápidamente a besarle haciendo que él caminara hacia atrás, no se muy bien donde pero yo seguía andando como antes de entrar en la habitación.

No podía parar, seguía recorriendo con mis manos cada centímetro de él, aun sobre su ropa por lo que finalmente termine por empezar a desabotonar su camisa, pero entre los besos y que aun andábamos caminado cada vez me resultaba mas molesta aquella camisa y mas difícil deshacerme de ella por lo que termine por detenerme y empezar a desabotonarla mas poco a poco, cuando termine por tirarla al suelo llevaba una camiseta, le mire mientras soltaba un bufido, parecía una broma de mal gusto, él sonrió de lado y se la quito, al menos había entendido lo que quería.

Le observé, entonces fue él el que se acerco a mi de nuevo, posando sus labios en mi clavícula, de mis labios empezaban a salir suspiros por cada momento en que el rozaba mi piel, pero cuando dijo aquello no pude mas que sorprenderme, ¿lo decía en serio?, le quite importancia para mientras él seguía con aquello pasar mis dedos por su torso, apretando mis manos a cada leve mordisco que daba.

Cuando sus manos intentaban deshacerse de mi blusa sin conseguirlo no pude mas que sonreír en sus labios, sin dejar de saborearlos una y otra vez, no podía dejar de hacerlo o mas bien no quería dejar de hacerlo, me sentía tan bien en aquel momento que creo que ni siquiera pensaba demasiado en que siempre terminábamos de aquella forma sino que ansiaba terminar mas y mas cerca de él.

Cuando alzó mi blusa le miré separándome unos centímetros y sonreí mientras terminaba por quitármela de una vez por todas, me extrañaba que no la hubiera quitado él. Simplemente la deje caer al suelo para poder volver a acercarme a sus labios, volviendo a sentirlos ardientes junto a los míos, moviéndose sin cesar.

´Él choco con algo, supuse que era la pared por lo que quede pegada a su cuerpo, sintiendo mi piel contra la suya, podía notar el calor de nuestros cuerpos uniéndose en caricias. Ahora fui yo la que baje, dando leves besos por su mandíbula y bajando por su cuello para quedarme allí, paseando unos segundos mi lengua y después haciendo que mis manos bajaran a sus pantalones, intentando apartarlos también.

No pude evitar quejarme un poco entre sus labios ya que me aparto las manos del botón de su pantalón, si se podía decir que era algo impulsiva en aquellas cosas, solía ir demasiado rápido en lo que se refería a las relaciones de ese tipo, pero bueno, si quería ir mas despacio iríamos mas despacio, si quería jugar, entonces jugaríamos.

Sus manos pasaron a pasearse por mi espalda, intentando desabrochar la ultima prenda que quedaba en mi torso. Me separe, mirando de nuevo su pantalón, ¿Por qué él podía quitármelo algo mas y yo no?, simplemente me rendí volviendo a sus labios después de sus palabras, pasando mis brazos por detrás de su cuello quedando algo de puntillas por eso – Los conozco a la perfección – murmuré dejando mi aliento en sus sabrosos labios

No iba a responder a su pregunta, los actos serian mas que suficientes para demostrarlo ¿no?, esa era mi simple opinión. Sus labios, que hacia un momento se encontraban en mi lóbulo, haciendo que un escalofrío me recorriera bajaron a mi cuello de nuevo, jugando allí todo lo que podían.

Mis manos seguían en su espalda, apretándola de ves en cuando, pero entonces sus manos se colaron en mi falda, levantándola poco a poco mientras sus labios seguían con aquel maravilloso trabajo, de entre mis labios salían suspiros entrecortados por cada movimiento y mis uñas terminaron por clavarse en su espalda sin querer, estaba dispuesta a él, ha hacer lo que él quisiera.