¡Invasión! ~ [Gabrielle, Charlotte y Christine]

Con Gabrielle y Charlotte habíamos decidido invadir la habitación de Christine y hacer una pijamada aunque quisiera o no. Llegamos a la puerta y, sin tocar, entré corriendo hasta su cama, donde comencé a saltar alegremente, ignorando lo que hacían mis hermanas.

Entré a la habitación seguido de Pauline con los brazos cruzados, no podía creer lo que estaba haciendo, definitivamente mi melliza era una muy, muuuy mala influencia.
Bufé cuando Pauline empezó a saltar en la cama de Christine.

-Baja de la cama Pauline - Pedí con tono calmado. Me asomé al baño, y al ver que Christine no estaba ahí me llevé una mano a la cabeza en gesto pensativo - ¿Dónde estará Christine?

Entré observando detenidamente la habitación. Sonreí al ver a Paulie saltando como una niña enloquecida en la cama de Christine y miré con una expresión divertida a Gab. Amaba las juntas de hermanas y más aun si eran por sorpresa.
Me senté en la alfombra de la Habitación mientras sacaba un esmalte de uñas negro, era hora de pintar las uñas de mis pies

Me senté en la cama con expresión frustrada.
-Ay, melli, en serio necesitas relajarte -dije poniendo los ojos en blanco- No se dónde estará, tal vez con ese chico, Alexander, ellos se llevan muy bien -comenté, mientras me dirigía al estéreo y colocaba el CD de Mika. Seleccioné la canción We Are Golden y volví corriendo a saltar en la cama.

Sacudí la cabeza al escuchar a Pauline. Desvié mi mirada a Charlotte, sentada en el suelo dispuesta a pintarse las uñas, para luego escuchar la música que acababa de poner Pauline, pude reconocer a Mika con facilidad.

-Claro, como no pensé eso - Murmuré. Sabía de aquella "amistad" de Christine y aquel chico.

Me senté al lado de Charlotte mientras reía entre dientes, podía imaginar la cara de Christine cuando nos viese dentro de su habitación.

Sonreí de medio lado escuchando su conversa - Al parecer hay alguien que ya se enganchó - bufé negando. Saqué otra pintura de color pálido y se la entregué a Gab con una sonrisa. Continué con el trabajo en mis uñas, tenía un separador de dedos en mis pies así evitaba manchar mi blanca piel

Hice una cara que fingía sorpresa ante el comentario de Charlie. Continuaba saltando alegremente, era una manía que tenía desde pequeña.
-¿Saben qué podemos hacer después? ¡Mascarilla! -exclamé con alegría. Sabía que a Charlie le encantaría la idea.

Reí al escuchar el comentario de Charlie - ¡La tendremos que interrogar! - Exclamé aplaudiendo como niña pequeña, mientras por mi cabeza pasaban imágenes de una película que había visto la noche pasada donde se mostraba un interrogatorio, imaginé a Christine amarrada a una silla mientras una lámpara le alumbraba el rostro. Reí entre dientes. Recibí el esmalte que Charlotte me tendió para comenzar a pintarme las uñas.

Desvié mi mirada a Pauline al escucharla hablar - ¿Tienes los implementos necesarios para una mascarilla aquí? - Pregunté con curiosidad para luego agregar - ¿O tendremos que revisar entre las cosas de Christine?

Sonreí con picardía, la respuesta era bastante clara: debíamos revolver entre las cosas de Chris. Salté de la cama al suelo y miré a Gab y a Charlie con entusiasmo.
-¿Dónde puede tener las cosas que necesitamos? -pregunté lista para dar vuelta el cuarto.

Adoraba las mascarillas, me relajaban mucho y la idea de Pauline debía realizarse - ¡En sus cosas de baño! - sugerí con un leve gritito entusiasta - Al menos es ahí donde guardo mis cremas, no creo que seamos tan diferentes - me encogí de hombros mientras continuaba pintando mis uñas, lo de buscar las cosas era tarea de Paulie

Una sonrisa se me formó en el rostro al mismo tiempo que Pauline. Comencé a pintarme las uñas con despreocupación, observando lo bien que aquel tono le quedaba a mi piel.

Asentí cuando Charlie mencionó que probablemente los implementos para la mascarilla se encontrasen entre sus cosas de baño - Revisa en el baño Pauline. Yo también guardo todos mis implementos allí.

Cuando llevaba aproximadamente todas las uñas del pie derecho pintadas sentí como abrían la puerta, pegué un bote en el suelo. Sonreí al ver entrar a Christine.

- ¡Queremos hacer una pijamada! - Anuncié sonriendole a Christine con entusiasmo - Y tu habitación nos pareció la más indicada - Agregué riendo entre dientes.

- Buscabamos cremas para hacernos mascarillas - anuncié desde la alfombra mientras continuaba con mi trabajo en las uñas, ya casi había terminado el primer pie. - ¿Dónde andabas Christy? - pregunté luego de un corto silencio, la curiosidad era una de mis cualidades más conocidas por todos

Me estaba dirigiendo al baño, cuando Christine entró. Enseguida puse mis manos detrás de mi espalda y sonreí con inocencia.
-Yo no hice nada -dije poniendo cara de perro mojado, para luego reír y sentarme junto a ella.

Sonreí divertida, pero luego entrecerré los ojos en modo de sospecha.
-Aún no respondiste la pregunta de Charlie, ¿dónde estabas? ¿Tal vez con algún caballero llamado Alexander? -preguntécon una media sonrisita, mientras le daba un codazo amistoso.

Me seguí pintando las uñas de los pies con toda la calma del mundo. Reí divertida cuando Pauline salió del baño y con su mejor cara de inocencia negó toda culpabilidad.
Sonreí pícara cuando se mencionó el nombre de Alexander.

-Si claro, un pastel - Murmuré riendo entre dientes para luego agregar - Es Pauline la que desordena, Charlie y yo nos limitamos a pintarnos las uñas de los pies - Comenté sin dejar de reír.

Reí divertida.
-Estaba a punto de encargarme de eso, cuando entraste -dije con cara de inocencia- Bueno, ayer estuve leyendo sobre una mascarillas naturales que hidratan y tonifican el cutis, lo único que necesitamos es yogurt y miel -expliqué, mirando a Christine.

Sonreí a la par de Christine, señalándole a Pauline con la cabeza, ella era la que estaba registrando todo.
Reí entre dientes ante la cara de inocencia de Pauline, solía ponérsela a mamá o a papá cuando quería algo. Negué con la cabeza divertida mientras escuchaba su monólogo sobre las mascarillas que hidrataban el cutis.

-Bueno, lo de la miel y el yogurt se soluciona fácil - Acoté señalando el teléfono - Una llamada a recepción lo solucionará todo - Agregué.

Seguí a Christine con la mirada hasta que llamó a recepción. Terminé de pintarme las uñas de los pies, mientras los movía en un intento de verlos desde todos los ángulos. Le tendí el esmalte a Charlotte, mientras escuchaba a Christine hablar sobre no sé quién que trabaja en el hotel.

-¿Un chico de la recepción dices tú? - Pregunté un tanto despistada, poniendo más atención a que el esmalte de las uñas se me secase rápido que a la conversación.

Off: Esperemos a Charlotte para que no se pierda en la conversación O: !